CaMARA y acción
martes, 25 de marzo de 2008
¡¡¡El móvil no es un altavoz!!!
Quejarse de la juventud es todo un tópico, lo sé, pero es que los chavales de hoy en día se merecen eso y mucho más. La generalización nunca es buena, pero sólo hace falta ir una tarde en el metro o pasar por el Casco Viejo una noche del fin de semana para odiar a esos jóvenes que serán nuestro futuro. ¡Madre mía, qué Dios nos asista! Pero quería hablar de esa molesta costumbre que a mí en particular me saca de quicio: escuchar la música del móvil sin cascos.
Nokia, Sonic Erison, Siemens... los móviles de última generación ofrecen múltiples posibilidades de diversión: sacar fotos, grabar vídeos, juegos... y escuchar música. Todo eso está muy bien. El problema viene cuando no sabes utilizar esas tecnologías.
El otro día iba en el metro volviendo a casa del curro, leyendo Deia tranquilamente y de repente, un grupillo de niñatas entró en el vagón y con su móvil a todo volumen molestaron a todos los que estabamos sentados al rededor. Alguien debería haberles dicho: "¡Quereís poneros unos cascos y dejar de dar el coñazo!" pero nadie lo hizo.
Ese es el problema. Los chavales están sin domar porque no hay nadie que los dome y les lleve por el buen camino. ¡Bendito futuro nos espera!
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3 comentarios:
Lo que pasa es que se ha perdido el respeto a los mayores, ahora nadie puede llamarle la atención a un niño cuando esta llevando a cabo un conducta cívica equivocada.
Por eso, me parece muy bien la implantación de la asignatura de educación para la ciudadanía, que se ha empezado a impartir este curso. Pero olvidamos que la función primordial de los profesores es "enseñar", y son los padres que deben asumir la tarea de "educar".
Mara lo peor de esta gente que crece es que no tienen respeto a nadie, la cosa que el otro día casi me parte la cara una niñata de 16 años. Casi porque se quedó con las ganas a muyyyy... el respeto es la base de todo y parece que estos niños de hoy en día o no han mamao eso o lo han ido desechando con el tiempo.
Por mucho que digan un buen tortazo a tiempo podría mejorar muchas cosas. Pero claro yo soy un monstruo y los chavales unos pobres indefensos. (ja)
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